Para comenzar, voy
a comenzar definiendo el desarrollo sostenible como la forma en que una
sociedad planea su desarrollo, consciente de que los recursos naturales que la
sostienen son limitados. Esta planeación es a largo plazo, o al menos para
horizontes de tiempo mayores a nuestro propio tiempo de existencia. Aquí
aparece para mí, la primera gran limitación que he observado para entender el
concepto que denominamos desarrollo sostenible. Es algo que simplemente no se
nota desde la cotidianidad en que nos sumergimos día tras día. También es algo
que le resta poder a la realización del impacto que generamos cada uno de
nosotros como individuos, con la forma en que vivimos.
Luego viene el
desconocimiento de como esos recursos naturales han sostenido y sostienen
todavía todas nuestras sociedades. Esto no es realmente un enigma, sí existen
personas y comunidades que conocen muy bien este vínculo, aborígenes
especialmente, y un reducido grupo de personas de nuestra sociedad moderna
integrado por científicos, empresarios y líderes políticos. El ciudadano
promedio pocas veces se ve enfrentado a las consecuencias de desconocer el
vínculo entre los recursos naturales y su propia existencia. No tiene la
necesidad porque las ciudades son percibidas como el proveedor de los recursos
y no un distribuidor (p. ej. muchos piensan que el alimento viene del mercado y
no del suelo). Este conocimiento debe ser de todos y debe refinarse todavía
mucho más. Hay simplemente muchas cosas que no conocemos, muchas otras que
asumimos que funcionan igual que en otras partes de la tierra y otras que
ocultamos o ignoramos intencionalmente.
La última
limitación está íntimamente relacionada con la anterior porque tiene que ver
con el conocimiento específico que tenemos sobre el funcionamiento de nuestros
sistemas naturales o ecosistemas. Aunque el gran volumen de literatura
científica al respecto lo haga parecer muy elevado, la verdad es que el
funcionamiento del engranaje de múltiples factores escapa todavía nuestra
capacidad actual de análisis. Tal vez el desarrollo de la tecnología y el
incremento de la capacidad computacional vayan a cambiar esto pronto, pero por
ahora es acertado afirmar que muchas decisiones entorno al manejo de los
ecosistemas se basa en información insuficiente. Esto lo he inferido por las
buenas preguntas que a menudo formulan los estudiantes en clase. Es muy fácil
explicarles que 2 + 2 es igual a 4, pero es mucho más complejo, por la falta de
certeza, explicarles cómo y por qué se debe manejar un determinado ecosistema.
Peor aún es tratar de enseñarles a predecir qué puede pasar en un ecosistema si
se implementa cierto manejo. En este proyecto buscamos entender un poco más de
cómo funcionan los humedales de los páramos con relación a la acumulación de
carbono en el suelo y la emisión de metano, con el ánimo de que algún día
podamos incluir ese conocimiento en el manejo de estos ecosistemas.
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pensamiento. Crees que entiendes bien que es el desarrollo sostenible?