Si pudiéramos tomar el planeta tierra y dividir la biosfera (la capa de la tierra en la cual se desarrolla la vida), en superficies iguales; encontraríamos que los ecosistemas tropicales son los más productivos y diversos que existen en la tierra. Sus formas, estructuras, funciones y procesos dan sustento a una abundante serie de organismos con los que han coevolucionado. Sus dinámicas tienen incidencia global como en el caso de los Bosques Tropicales en el ciclo bio-geoquímico del carbono, tan estudiado hoy día por su efecto atenuador del calentamiento global. No obstante, su degradación continúa avanzando con nuestro “desarrollo”.
En la historia del planeta, desde sus orígenes hace 200 mil millones de años, estas dinámicas no habían sido tan alteradas como lo han sido en los últimos 50 años. El modelo económico que ha imperado, basado en la extracción de los recursos naturales para transformarlos en bienes y servicios transables en el mercado; tiene en jaque estos sistemas naturales. Hoy las sociedades latinoamericanas apenas empiezan a advertir los efectos de nuestras acciones en los ecosistemas y abogan por políticas y prácticas de manejo sostenible y de conservación que permitan asegurar a futuras generaciones un disfrute al menos viable de los recursos naturales que estamos utilizando. Bajo este nuevo paradigma, surge la necesidad de enfocar esfuerzos en su entendimiento, como una herramienta fundamental en la formulación de dichas prácticas y políticas.
El tema de esta entrada se puede ampliar en:
http://www.fao.org/forestry/docrep/wfcxi/publi/V6/T385S/1-4.HTM#TOP
http://www.inisoc.org/ecologia.htm
Pregunta de discusión:
Muchas naciones del hemisferio norte han alcanzado su “desarrollo” gracias a la explotación intensiva de sus recursos naturales. Cree usted que las naciones de los países tropicales, en vía de “desarrollo”, deben ser autónomas para decidir como manejar sus recursos, a pesar de que este manejo signifique su degradación y de que esta, pueda generar efectos a escala global?